La imagen ambiental de un establecimiento está conformada por el color, la temperatura, la iluminación, el aroma, el sonido y hasta las texturas a las que se expone el cliente.
Estos elementos envían mensajes que se transforman en sensaciones y crean una percepción de éste.
Un adecuado manejo de ellos puede hacer que el cliente tenga una experiencia del compra satisfactoria y mayores probabilidades de convertirse en cliente leal.
¿Te has preguntado si en tu establecimiento estás transmitiendo los mensajes que deseas a tu público para hacerlos vivir una experiencia de compra que te distinga?