Los millennials son un tema siempre polémico, siempre interesante. Que si no saben trabajar, que si son emprendedores, que si no tienen dinero o que si gastan en excentricidades. Sin embargo, como todo lo que se refiere al comportamiento humano, en este tema no hay blancos y negros absolutos. Los millennials son un arcoíris de conductas e ideas que replantean la manera en la que vemos al mundo y nos obligan, entre otras cosas, a reinventar la forma en la que operamos en los negocios. Así que antes de emitir un juicio o de resistirnos a responder a sus deseos, entendamos su contexto y veamos lo que éste ha provocado.
Se llaman millennials a los nacidos entre 1981 y 1995 (hay quien afirma que hasta el año 2000), el 30% de la población mexicana. Son los que empezaron a hacerse adultos al inicio del siglo XXI, y más allá de que son la primera generación realmente digital y cibernética, son los jóvenes que crecieron con el mundo en crisis, contaminado, saturado de productos y marcas aspiracionales y como factor determinante viendo a sus padres trabajar hasta morir persiguiendo el éxito profesional y económico. Es entendible entonces, que ellos quieran una vida diferente y mucho más satisfactoria emocionalmente que la de sus progenitores, modificando así su escala de valores. Si a eso sumamos la inmersión en el universo digital, tenemos una generación muy particular con una concepción de lo que es el estilo de vida, la felicidad y el éxito muy distinta a la que tienen las generaciones predecesoras.
Sus prioridades se reflejan en sus decisiones de compra:

BÚSQUEDA DE EXPERIENCIAS: Es bien sabido que ésta es una de las principales características que tienen. Por eso se sienten atraídos hacia las empresas que las generan desde el proceso de venta, a través de show rooms, gamificación, uso de realidad virtual y ventas interactivas, así como por los productos que tienen la posibilidad de personalizar lo que les ofrecen. Este rasgo de darle prioridad a las experiencias sobre las posesiones materiales, también está provocando que esta generación sea viajera, con alta disposición a cambiar de residencia y con nuevos intereses en lo que a vivienda se refiere.

MOVILIDAD: Las ubicaciones preferidas para vivir de los millennials son las que se encuentran cerca de su trabajo y de las opciones de entretenimiento, pues la optimización de su tiempo, la minimización del consumo de combustible e incluso la posibilidad de desplazarse caminando son prioritarias para ellos. Además de que muchos de ellos no poseen automóvil.

SOCIALIZACIÓN: Hay un incremento en la demanda de viviendas compartidas (coliving), de oficinas colaborativas (coworking) y de desarrollos inmobiliarios con amenidades de enfoque social, porque hay alta preferencia por las empresas que les ofrecen espacios que facilitan esta dinámica.

CONCIENCIA AMBIENTAL: El hecho de que los espacios de vivienda o trabajo cuenten con energía eólica o solar, agua tratada, materiales reciclados y áreas verdes resulta una importante ventaja para ser elegidos por los millennials.
Los productos que son responsables con el medio ambiente en sus procesos de fabricación, sus materiales y su desecho, así como los que promueven la reforestación, el reciclaje y el cuidado del agua, son definitivamente sus favoritos.

INMEDIATEZ: Ya que su visión es más a corto plazo y que su capacidad de espera es muy poca, prefieren las opciones que tienen procesos de selección y de compra más ágiles y rápidas, así como los tiempos de entrega cortos.

CONECTADOS PERMANENTEMENTE: Son conocidos por ser los “nativos digitales”, por lo que hoy es indispensable que la promoción, la asesoría, la selección de las opciones, la evaluación de alternativas, el pago y el seguimiento se realicen a través de plataformas on line.
No hay que olvidar que los millennials aún son jóvenes, les falta experimentar más de la mitad de sus vidas y definitivamente todavía tienen mucho que enseñarnos.

Fuente de la foto:

https://buyviewsreview.com/appeal-millennials-youtube-get-level/